La intención primordial de Satanás es herir a cada persona que nace en este mundo. Este propósito se hace evidente a medida que vemos que estas heridas le dan a él lugar para hacer su trabajo destructor en la vida del individuo. Estas heridas pueden causar en un individuo problemas emocionales, psicológicos que ningún profesional de la salud mental puede sanar. Las Escrituras nos indican que estas heridas ponen a la persona en cautiverio, pero el trabajo de Cristo es ”Sanar a los quebrantados de corazón” (Isaías 61-1-3).
Jesucristo, que es el mismo, ayer hoy y por los siglos, vino a destruir las obras del enemigo. Los niños inocentes, que son el blanco del enemigo, llevan consigo heridas a lo largo de sus vidas, que nunca les permiten tener la libertad para ser lo que Dios quiere que sean. Los temores, la inseguridad, la amargura y el rechazo son evidencia de esta obra del enemigo. Su opresión se mantiene viva hasta el momento en que sus obras son relevadas y destruidas.
El Cuerpo de Cristo sufre por las heridas producidas por Satanás. Las personas heridas tienen dificultad para formar parte del cuerpo de Cristo, las heridas lo mantienen dividido: la falta de amor, el miedo y la desconfianza las separan de los demás. El propósito primordial de la sanidad interior es que el Cuerpo de Cristo sea sano. A medida que el Cuerpo se va uniendo, la plenitud de Cristo va a surgir a través de cada miembro. Este estudio trata sobre las heridas y la manera de encontrar sanidad interior y la liberación del pasado.
¿QUÉ ES LA SANIDAD INTERIOR?
Es el proceso de la renovación del alma de una persona, de su mente, de su corazón, que le trae paz interior, lo libera del pasado y de los recuerdos dolorosos, le trae paz interior y le permite restaurar su vida presente de acuerdo a la voluntad y planes de Dios para su vida.
La sanidad interior abarca la curación de las emociones y sentimientos dañinos que traen depresión, ansiedad, angustia y falta de paz, debido a recuerdos dolorosos no sanados que distorsionan también los pensamientos.
A diferencia de la liberación demoníaca, en la sanidad interior la participación activa, decisión y perseverancia de la persona son indispensables y se requiere de un tiempo indefinido donde trabaja el Espíritu Santo, guiando, redarguyendo y revelando la verdad que hace libre (Juan 8:32). Este es un proceso paulatino de "quitar las espinas" y sembrar, en los pensamientos la palabra de Dios y en el corazón el amor perfecto de Dios. La Palabra para la mente enferma y el amor para el corazón herido. Todas las personas necesitamos sanidad interior porque todos estamos heridos. La mayoría de veces debido a los frutos de los recuerdos dolorosos del pasado no resuelto.
PROPÓSITOS DE LA SANIDAD INTERIOR
La sanidad interior es el primer paso para iniciar la liberación para quitar los derechos legales del enemigo. Un derecho legal es el permiso que se le da al enemigo para vivir dentro de la persona (como la falta de perdón). No podemos echar a los invitados fuera de la casa. Si una persona no ha sido ministrada en sanidad interior, no puede ser ministrada en liberación.