
Pipoleeeeeeeeeees… tanto tiempo de no escribir, es que me las he tirado de vacaciones eternas, pero por sobre todo planificar bien mi recorrido por estas bellas tierras que Jesús mi amiguito fiel nos ha dado.
Como saben soy patichucho y esta vez vengo llegando a Danlí City, uuufffff no conocía acá y les diré que esta ciudad me gusta como para quedarme un tiempo, tengo un amigo que me recomendó varios lugares que visitar y me dicen que uno se puede pegar unas comilongas muy buenas.
Quería compartirles un pensamiento que se me vino mientras decidía qué camino tomar y es que recuerdo una plática con mi abuelo que me decía que en la vida hay tres caminos que le dan sentido a la misma. Todos estos caminos te llevan a cumplir con un trabajo o con una creación o con el amor, pero el camino más importante me decía mi abu es de dar lo mejor de nosotros mismos, tratar siempre de elevarnos así muy arriba, como lo hacían las cometas y crecer más, problemas durante el caminar siempre habrán, pero habremos crecido tanto en todos los aspectos que nada te pondrá con la cola entre las patas me decía.
Desde ese entonces siempre me propuse convertir el sufrimiento en un éxito perruno, extraer de la culpa, la oportunidad para cambiar a mejor y ver en la vida un incentivo para emprender una acción responsable que cada vez me haga un mejor perro. Hoy no se que comí que mis letras están tan sofisticadas pero lo que quiero decirle que ningún rollo los agüite o los baje, pa que todos me entiendan, póngale buena cara a la vida y enfrentemos nuestros rollos como lo que somos, unos perros que le echamos ganas a todo. Pero recuerden que en cada problema hay alguien a nuestro lado…Jesús.
Pues ahí los dejo, ya me encontré una pollera donde poner cara de sexy para que me den comida, unos huesos de alitas a la barbacoa no me caerían mal. Adiós pues y recuerden si me ven no me pateen denme comidita y ¡No pos Guao! Chao pescado…