
Los muchos esfuerzos sin satisfacción, los planes que van muriendo y llevándose consigo las metas y los sueños. Un día despertas queriendo que vuelva la noche, porque nada tiene sentido. En ese momento estas experimentando la muerte espiritual.
Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad. ¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol? Generación va, y generación viene; mas la tierra siempre permanece. Eclesiastés 1:2-4 RVR1960
La muerte solo tiene un antídoto y se llama Vida. Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. S.Juan 14:6 RVR1960
Jesús venció la muerte para darnos Vida, ya que la Vida procede del Padre, el Creador. Por tanto no podemos nosotros cortar la vida, ya que no nos pertenece, es un regalo que recibimos con un propósito eterno. TODO lo que Dios hace tiene propósito. Es responsabilidad nuestra descubrir ese propósito y tener satisfacción del regalo de vida que hemos recibido y dejar de sentirnos como un soplo de viento.