
Hoy hijo te escribo estas palabras, no sé qué edad tengas o si en algún momento la leerás, pero una de las noticias que puede dejar sin palabras a un matrimonio es cuando le dan la noticia que van a ser padres y fue justamente lo que me paso hace poco. Llegar a mi casa y encontrar un regalo iluminado con la luz cálida de una lampara en donde su interior decía una frase de “la familia crece” inmediatamente se me vinieron lagrimas en los ojos, de felicidad, pero también imagine muchas cosas que están por venir.
Un embarazo profetizado desde hace tiempo, reafirmado por palabras de personas que se nos acercaban a decirnos, sin saberlo, que estábamos esperando un hijo. Hoy siendo un bebe de 6 semanas ya en tus manos están puestos muchos regalos de personas que ya te quieren y te aman.
Imagino sus primeras palabras la cuales espero que sean “Te amo mamá”, sus primeras ocurrencias las cuales sé que serán muy divertidas, su primer llanto al momento de salir al mundo, un primer abrazo, sus primeros pasos nerviosos y tantas cosas que viviremos juntos.
Realmente no hay palabras para poder expresar todo lo que siento por esa pequeña criatura que se esta formando en el vientre de mi esposa, solo Jesús sabe realmente cuanto amo ya a ese pequeño pero gran ser humano.
Nos han dicho muchas cosas bellas con respecto a él, también palabras como “Ya no vas a dormir”, “ahora viene lo bueno”, pero puedo asegurar que si en algún momento el me desvela en sus primeros meses lo haré con mucho amor, le entregare cada minuto, se lo entregare a uno de mis mejores regalos que he esperado por mas de 35 años atesorando cada minuto que lo vea dormir, llorar, comer y cada cosas que en sus años haga.
Se que el día llegara, el día que nos miraras por primera vez, llegaras un día de febrero, sacara la belleza de su mama, las ocurrencias mías y en ese punto en donde escuchemos tu primer llanto empezara una nueva etapa, una etapa prometida que Dios cumple. Ese mismo día levantare mis manos y daré gracias a Jesús, ¡aleluya! declarare que eres lleno del Espíritu Santo y en ese momento te mostraremos a ti, Jesús, a nuestro hijo como primicia tuya.
Hijo, Gracias por llegar a nuestras vidas, El día que te conocimos mediante esa pantalla fue el tercer día más feliz de mi vida. ¿Sabes por qué? Porque el primero fue cuando acepte a Jesús en mi vida, el segundo cuando le di el sí a tu mama delante de Dios y el tercero cuando te vimos por qué ese día nacimos de nuevo contigo.
“Yo solo se sé que yo soy su hijo Y El es mi padre y mi padre me ama”