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Un 2024 y dos cafés.


Estamos a punto de terminar 365 días en donde hemos tenido victorias, procesos, experiencias, lágrimas, gozo, alegrías,  bendiciones abundantes, provisión y muchas cosas más. Estamos a las puertas de un nuevo ciclo, entraremos al 2024, que esperamos pueda ser de muchas bendiciones. Las cuales debemos vivirlas más cerca de nuestro cónyuge. Es un tiempo perfecto para planear y compartir juntos metas y objetivos para los siguientes 12 meses.


Que tal si, en estos días que quedan, nos tomamos un tiempo para sentarnos en la sala, en el patio, en un jardín o balcón de nuestro hogar y platicar acerca de lo que queremos lograr en este nuevo año. Puede ser una remodelación en el hogar, iniciar un emprendimiento, invertir en la empresa familiar, servir juntos en la iglesia, buscar un mejor empleo o cualquier plan que ustedes tengan en su corazón para realizar en el 2024.


Aparte de tener un tiempo de calidad con su cónyuge esta dinámica nos ayudará en varias cosas. Por ejemplo, saber cuales son los anhelos de su cónyuge y sus metas para el 2024. Otro punto es darse cuenta que posiblemente tengan metas diferentes; pero que esto no genere un descontento, sino que más bien genere una oportunidad de que los dos trabajen para poder lograr metas como equipo y tener una conversación muy íntima con su pareja.


Los invito a que con una agenda en mano, dos tazas de café y un buen postre vayan categoría por categoría preguntándose ¿Qué cosas nos gustaría alcanzar en esta área, durante el próximo año?, compartimos nuestros propósitos personales y logramos establecer objetivos compartidos, escribimos nuestras metas y luego las vamos dividiendo en pequeños fragmentos alcanzables, y así poco a poco vamos recorriendo cada categoría. 


Comencemos con el hogar y consultándole a su cónyuge ¿Qué proyectos nos gustaría llevar a cabo durante los siguientes 12 meses? Pero hacerlo con el compromiso de realizarlo, no de dejarlo botado o que pasen meses para poder pintar una pared. Mucho de las cosas que se pueden hacer en el hogar son cosas que uno mismo puede hacer pero no se hacen, no por presupuesto, sino por falta de compromiso.  Siempre consultando a su cónyuge, analizamos nuestros recursos (espacio, tiempo, energía y dinero) y luego hacemos una lista de lo que necesitaremos para cada proyecto. Que bonito seria poder hacerlo juntos, mientras uno pinta el cónyuge lo acompaña. 


Algo muy común en los principios de año son el planificar las finanzas y las prioridades de inversión; pero a medida que pasan los meses seguimos estancados en lo mismo. Es buen tiempo para planificar sus finanzas, en que van a invertir, cuánto van a ahorrar u ofrendar, o como agradarán a Dios con sus finanzas. Es una nueva oportunidad para darle prioridad a ciertas cosas, para tener unas finanzas ordenadas. Recuerda que somos un equipo como matrimonio y no pueden haber finanzas divididas, ocultas o planes personales, donde gastas tu dinero,  puede que allí esté tu prioridad.  

 

Algo muy importante en esta plática, es preguntarle a tu cónyuge ¿Cómo estamos espiritualmente? y escucharnos sin sentirnos juzgados o criticados. Es buen tiempo para  hablar sobre ¿Cómo queremos crecer y profundizar en nuestra fé?, tanto individual como en pareja. Es tiempo que ambos busquen una intimidad con Dios y que no sea solo trabajo de un cónyuge. 


Otro punto el cual siempre me identifico en estos días, pero que ya es tiempo de tomarlo en serio es la salud física, conversen ¿En qué punto se encuentra nuestra salud? Es un buen tiempo para ver cambios en hábitos de comida, de hacer ejercicio, hasta tiempo para poder invertir en revisiones médicas. Muchas veces se nos olvida cuidarnos y cuidar a nuestro cónyuge. La gran pregunta que debemos hacernos es: ¿Cómo podemos apoyarnos mutuamente en nuestro objetivo de estar más sanos?


Por último pero no menos importante, cómo está o cómo miran el crecimiento de su relación,  ¿Hay algún aspecto de nuestro matrimonio que deseamos mejorar este año? Como matrimonios siempre es necesario invertir tiempo y recursos en el crecimiento como pareja, tiempo para compartir, agendar citas románticas, ayudarnos mutuamente a crecer, inspirarnos cada día a ser mejores entre otras cosas.  


Posiblemente, la primera vez que hablen de sus objetivos y de lo que esperan conseguir para el próximo año, pueda resultar un poco incómodo, difícil o simplemente extraño. Pero después de esto, lograrán un nuevo nivel de intimidad con la persona que ama, y un año que ambos podrán disfrutar.


Este día los animo a que como matrimonio puedan planificar un 2024 para que sea un tiempo de puertas abiertas, donde las oportunidades puedan ser aprovechadas como nunca antes, y ser testigo de la provisión sobrenatural,  deseamos que este año sean saciados del  bien y la misericordia del Señor Jesús y estoy seguro que  una vez más su bondad nos rodeará y seremos bendecidos para bendecir.


“Por eso, ya no vivan ni se conduzcan como antes, cuando los malos deseos dirigían su manera de vivir. Ustedes deben cambiar completamente su manera de pensar, y ser honestos y santos de verdad, como corresponde a personas que Dios ha vuelto a crear, para ser como él.”

Efesios 4: 22-24


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